El Camino Francés atraviesa tres regiones españolas: el País Vasco, Castilla y León y Galicia; cada una de ellas espera a los peregrinos con su distintiva y excelente gastronomía y vinos.
El País Vasco siempre ha sido un área de considerable riqueza y diversidad culinaria, fuertemente ligada a la gastronomía tradicional: los vascos siempre han disfrutado de la buena comida. Entre sus muchos platos típicos, el bacalao del Golfo de Vizcaya, que se prepara de muchas diferentes maneras, acompañado con salsas tales como «pil pil», «vizcaína», salsa verde o «ajoarriero». También «tapas» en las que los vascos saben combinar de una manera creativa y deliciosa los sabores de su tierra.
Castilla y León es la más extensa comunidad española, conocida gastronómicamente como la «parrilla de España«, entre sus platos más famosos se encuentran los asados de cerdo y de cordero. Pero también sublimes «tortillas de patatas«, enriquecidas con «jamón», verduras y hierbas aromáticas de la zona. En León, la gastronomía alcanza niveles de culto. Increíbles platos son la «sopa de lentejas«, con o sin carne; el cordero, liebre, conejo o cerdo, acompañados de «migas», viejas migas de pan, fritas y sazonadas con ajo y tocino. Incluso los postres son muy especiales y aún se preparan siguiendo las antiguas recetas de monasterios y conventos.
Finalmente se llega a Galicia y la escena cambia por completo: campos verdes, colmados de árboles y arroyos, atravesados por caminos de tierra bordeados por pequeños muros de piedra. También cambia la cocina, gracias a la gran calidad y variedad de productos locales, que son la base de las comidas. Los productos del campo, de rebaños criados libremente en los pastos verdes y en especial los de la pesca, se distinguen sin duda por su calidad.
Pescado, mariscos, pimientos de padrón, «pinchos» y «tapas», que a menudo se sirven gratuitamente, para acompañar la deliciosa cerveza local Estrella de Galicia, o el precioso Albariño, el vino blanco afrutado, sello distintivo de los sabores de Galicia. El «pulpo gallego» es quizás el plato más típico de Santiago de Compostela, pero en las cercanías de Melide alcanza niveles de calidad excepcional! Otros productos en que Galicia es particularmente generosa, son los pescados y mariscos: mejillones, almejas, navajas, berberechos, ostras, cangrejos, centollos, y, sobre todo, las vieiras, que se han convertido en el símbolo del camino de Santiago y los típicos «percebes» que se sirven siempre fresquísimos. Para finalizar, no se puede abandonar Santiago sin probar la excelente «Tarta de Santiago«, un pastel con una antigua historia, hecho con almendras, y decorado tradicionalmente con la cruz de Santiago.